Una fuente de agua subterránea puede abastecerse de diferentes formas,
ya sea por la construcción de un pozo profundo, un manantial o un pozo
excavado. Pero para que esta construcción se lleve a cabo antes deben de
pasar una serie de procesos en los que se decidirían si el proyecto es
factible o no.
En primer lugar hay que buscar todas las alternativas que existen para poder conocer si la calidad del agua es suficiente o no. Acto
seguido hay que examinar bien la zona, saber si existen ya otros pozos
anteriormente construidos y entender bien la litología en la que se
encuentra. Cuando el experto haya recavado todos estos datos tendrá que
realizar un estudio hidrogeológico en el que exponga los beneficios que
se pueden obtener con la construcción de dicha fuente de agua
subterránea, junto al precio total que supondrá el proyecto.
Fuente: Cueva del Civil
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